La profesionalidad se puede demostrar manteniendo una postura abierta sin cruzar brazos o piernas, lo que sugiere que estás despejado y receptivo. De hecho, solamente hay que observar cómo las personas cambian su propio comportamiento cuando están “pillados” por ese ser singular que se convierte en su gran motivación. https://eduardoycczr.wssblogs.com/32081773/detalles-ficción-y-sonrisas-genuinas